Pablo Álvarez | Valladolid
Actualizado jueves 04/04/2013 12:22 horas
En pleno proceso de recortes en distintos ámbitos de la sanidad pública, Sacyl mantiene una plantilla de 43 capellanes en los hospitales de Castilla y León, de los cuales 33 están a tiempo completo y ocho más con dedicación parcial y dos más como personal estatutario, una categoría a extinguir. En total supone un coste a las arcas públicas que supera los 650.000 euros al año.
La contratación de estos capellanes se realiza dentro de un convenio de colaboración suscrito por la gerencia de Sacyl y los obispados de Castilla y León en el año 2004 como desarrollo en la Comunidad de los acuerdos anteriores entre la Iglesia y el Gobierno como son el concordato de la Santa Sede de 1979.
En el acuerdo, se establece que la retribución de los capellanes será de 18.000 euros anuales para aquellos con una dedicación completa y un 55% a quienes desempeñen su labor a tiempo parcial, con cláusula de revisión salarial de acuerdo con el IPC. No obstante, el convenio también se ha visto afectado con los recortes y se ha rebajado la parte proporcional a una paga extra, de modo que se queda en 17.239 euros en el primer caso y 9.481 euros los segundos. El sueldo de los dos capellanes en plantilla sería de 9.942 euros. El dinero no lo cobran directamente los sacerdotes que ejercen como capellanes sino que lo ingresa trimestralmente cada obispado y salvo esos dos casos puntuales, cuyas plazas desaparecerán, el resto no forman parte de la plantilla de Sacyl. Más