NO podemos permitir que se apruebe el 24 de mayo una Reforma Laboral que termina con todos los derechos laborales alcanzados a lo largo de décadas de lucha obrera, y si se aprueba la lucha debe continuar hasta tumbarla.

Habíamos conseguido ser trabajadores y trabajadoras, ahora quieren que seamos esclavos y esclavas. Esta reforma nos convierte en una masa desprotegida a merced de los intereses empresariales.

La Federación REPUBLICANOS, como trabajadores que somos, rechazamos esta destrucción de los derechos laborales, que será legitimada por un Parlamento que no nos representa, y firmada por un monarca que no hemos elegido, y por tanto tampoco nos representa. En definitiva, un sistema político que no es más que la cara visible del poder económico del capitalismo (los famosos mercados) y del seguidísimo de las directrices impuestas por la Unión Europea, que ha supuesto la pérdida de las soberanías nacionales.

En la era de la comunicación del siglo XXI pretenden que regresemos a las miserables condiciones laborales de los obreros de la época de la Revolución Industrial. SE TRATA DE UNA TOTAL INVOLUCIÓN.

INVOLUCIÓN es:

–       despido libre y/o barato e injustificado,

–       acabar con la negociación colectiva

–       imponer jornadas, turnos, funciones y salarios

–       contratos basura

–        horas extraordinarias que impiden la creación de empleo

–       ETTs privadas sustituyendo al INEM

–        fin de la incipiente conciliación familiar y de las políticas de igualdad

–       desaparición del estado de bienestar

EVOLUCIÓN es:

–        crear empleo estable y de calidad

–        protección legal de los trabajadores

–        derecho a la negociación de las condiciones laborales

–        protección de los trabajadores y trabajadoras por parte del Estado

–        acabar con las desigualdades de genero

–        alcanzar el estado de bienestar

Esta Reforma Laboral es ilegal porque no respeta el Estatuto de los Trabajadores (ley de rango superior).

Una mayoría parlamentaria absoluta nunca estará legitimada para atentar contra los derechos fundamentales del pueblo. Sólo un nuevo marco político, realmente democrático, podrá garantizar los derechos e intereses de las clases trabajadoras y tener como fin la satisfacción de las necesidades de la mayoría social.

POR UNA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE TRABAJADOR@S DE TODA CLASE Y FEDERAL

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