FUENTE: CÉSAR PÉREZ NAVARRO – TERCERA INFORMACIÓN
Según un informe del embajador alemán en España en 1981, desclasificado y publicado por el Instituto de Historia Contemporánea y Der Spiegel, titulado «Actas de la política exterior de la República Federal de Alemania de 1981».
Der Spiegel, uno de los medios más influyentes de Alemania y Europa, publicó recientemente un informe escrito por Lothar Lahn, embajador alemán en España en 1981, que envió al gobierno germano presidido por el entonces canciller socialdemócrata Helmut Schmidt. El informe ha sido desclasificado por el Ministerio de Exteriores alemán y en él se ofrecen extractos de una conversación privada del rey con Lothar Lahn el 26 de marzo de 1981, poco más de un mes después de la intentona golpista.
Según escribió el fallecido embajador (1994), al contrario de lo que siempre se ha afirmado, Juan Carlos I «no mostró ni desprecio ni rabia hacia a los actores [los golpistas], es más, mostró comprensión, cuando no simpatía», y añade: «los cabecillas solo pretendían lo que todos deseábamos, concretamente la reinstauración de la disciplina, el orden, la seguridad y la tranquilidad». Más aún, el embajador alemán también se refirió a que el monarca desvió la responsabilidad de quienes perpetraron y ejecutaron la intentona golpista, es decir, los militares -y otros poderes fácticos- hacia el entonces presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, a quien reprochó «despreciar» a los militares: aconsejó a Suárez que «atendiera a los planteamientos de los militares, hasta que estos decidieron actuar por su cuenta».
Más